“Hemos demostrado que con una gestión participativa, solidaria y resiliente somos agente clave en la creación de empleo de calidad y en la regeneración económica”, afirma Rosa Lavín, presidenta de KONFEKOOP

2020 ha sido para KONFEKOOP un año marcado por varios hitos. Por un lado, la crisis sanitaria y social que ha sacudido a toda la sociedad y, por otro, la integración del Cooperativismo de Euskadi bajo el paraguas de KONFEKOOP, con la unión de las Cooperativas de Transportistas a esta agrupación en la que también se encuentran las de Trabajo Asociado (industriales, construcción y servicios), las Cooperativas Agrarias y Alimentarias, de Enseñanza, Crédito, Vivienda y Consumo.  KONFEKOOP se convierte con esta unificación en una de las agrupaciones empresariales intersectoriales más potente de la CAV, con cerca de 1.300 cooperativas, 59.000 empleos y 11.000 millones de euros de facturación. Y en este contexto marcado por la pandemia, KONFEKOOP ha crecido en 26 el número de asociadas, lo que supone un incremento del 2,1%, con un saldo positivo en la generación de empleo (+2.526), lo que representa un incremento del 4,5% respecto a 2019.

“El Cooperativismo, con un modelo de gestión participativa, democrática, solidaria y resiliente, ha salido fortalecido de esta crisis, convirtiéndose en una salida real y demostrando su característica anticíclica”, ha asegurado Rosa Lavín, presidenta de KONFEKOOP, en la rueda de prensa celebrada hoy en Bilbao, junto al nuevo director de KONFEKOOP, Iñaki Nubla. La presidenta Rosa Lavín ha subrayado, además, que “el Cooperativismo de Euskadi es  agente clave en la generación de empleo de calidad y en la regeneración económica sobre la base del compromiso social y ambiental”.

A lo largo de 2020, un 25% de las cooperativas se acogió a un ERTE, cifra que a finales de año se redujo al 9%, afectando estos a una mínima parte de la plantilla. Entre los más afectados, la restauración, el ocio y la cultura. De las personas afectadas por los ERTE, un 55% son mujeres y un 45% de hombres.

Por lo que se refiere a la facturación, en los momentos más críticos, ésta bajó entre un 25 y un 40%, pero en el cierre del ejercicio se ha producido incluso un ligero repunte, con sectores claramente al alza como la distribución.

Rosa Lavín ha destacado la capacidad de resiliencia de las empresas cooperativas, tomando medidas en función de la situación de cada momento. Medidas que han ido  desde el robustecimiento patrimonial, contención salarial, búsqueda de canales cercanos de distribución y mercados de proximidad, reorientación de actividades, recolocación de puestos, calendarios móviles, “y sobre todo mucha flexibilidad laboral y cintura en la gestión social de las personas de nuestras cooperativas”.

Iñaki Nubla, nuevo director de KONFEKOOP, ha hecho un repaso a la gestión de KONFEKOOP en 2020, destacando el Fondo COVID19, dotado con 400.000 euros, con el que se ha ayudado de modo directo o indirecto a más de 1.000 cooperativas y ha hecho hincapié en la gran dimensión y fuerza de esta agrupación empresarial intersectorial.

También ha recordado que el pasado año  ha sido el primer año de entrada en vigor de la nueva Ley de Cooperativas de Euskadi y, por tanto, el primer año de adaptación de las Cooperativas a los Estatutos Sociales. Desde KONFEKOOP se está ayudando y acompañando  a las empresas cooperativas a esta  adaptación.

Entre los objetivos de la agrupación empresarial de cooperativas de Euskadi para 2021 se encuentra participar  en la gestión de los Fondos europeos NEXT GENERATION y en el programa BERPIZTU de Reactivación Económica y el Empleo de Euskadi (2020-24). Además, se ha puesto en marcha el Plan Estratégico 2021-2024, incidiendo especialmente en el reto de la intercooperación y en apoyar más y mejor Cooperativismo, junto con la consolidación de la representación institucional. Todo ello sustentado en la comunicación, cercanía y apertura.

Desde KONFEKOOP se ha reivindicado la participación de esta entidad en el consejo de administración de LANBIDE, subrayando el hecho de ser garantes de empleo estable y de calidad, ascendiendo el número de personas trabajadoras a 59.000. “Somos modelo ejemplar de participación plena de la persona en la empresa, además de modelo económico con fuerte arraigo en el país. Todo esto supone una fortaleza singular de Euskadi en materia socioempresarial, siendo referente estatal e internacional”, han destacado.

En esta línea, se ha puesto en valor al tejido cooperativo como parte de la recuperación, por ser modelo de eficiencia económica y resistencia económica y social, “que es lo que ahora, más que nunca necesita Euskadi”. Es por todo ello que podemos concluir que las propias características del modelo cooperativo, participativo, solidario y democrático, hacen del Cooperativismo de Euskadi “un modelo único, sin precedentes, por su compromiso empresarial y social con la recuperación del país”.