“Tenemos ejemplos de cooperativas que son lecciones para la economía tradicional”La vicelehendakari segunda y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, hace un repaso sobre la actualidad relacionada con el cooperativismo

Idoia Mendia, vicelehendakari segunda y consejera de Trabajo y Empleo, afirma que la actual crisis “nos ha descubierto que las empresas con arraigo y con implicación de todas las personas que trabajan en los proyectos, saben organizar mejor su resistencia y mirada hacia el futuro”. Mendia reconoce que se han dado ejemplos de cooperativas durante la crisis que “son lecciones para la economía tradicional” y habla sobre la prioridad de su Departamento de fomentar el emprendimiento colectivo como forma de generar “empleo de calidad e inclusivo”.

¿Cuáles son las prioridades de su departamento para este año que comienza desde el punto de vista del Cooperativismo?

Fomentar el emprendimiento colectivo como forma de crear riqueza, de crear empresa y empleo de calidad e inclusivo. Por eso, la Dirección de Economía Social es la que más crece presupuestariamente, muy por encima de todas las áreas del Gobierno, hasta un 29% y alcanza los 7.652.000 euros. Más de la mitad se dedica al programa Emprender. Otro crecimiento significativo, un 25%, es la de incorporación de socios, para ayudar a personas desempleadas, con discapacidades o trabajadores por cuenta ajena a sumarse como socios en cooperativas.

¿Qué valoración hace de la respuesta dada por las cooperativas de Euskadi en los tiempos difíciles que nos está tocando vivir?

Nos ha descubierto que las empresas con arraigo y con implicación de todas las personas que trabajan, saben organizar mejor su resistencia y su mirada al futuro. Y que ni las estructuras piramidales y rígidas, ni los paradigmas tradicionales en las relaciones laborales son garantía de la prosperidad de las empresas ni de los derechos y el bienestar de quienes las sacan adelante con su trabajo. Que la innovación en una empresa depende no sólo de las ideas, sino de que todos los miembros de la organización estén alineados. Porque favorece la disposición al cambio, a adaptarse a la evolución económica y a las nuevas necesidades que genera.  Esos valores, que son propios de las cooperativas, se han visto con especial claridad en esta crisis. Tenemos ejemplos de cómo, junto con la resiliencia y la innovación, hemos constatado la solidaridad entre quienes peor lo han pasado, la recolocación de personas trabajadoras, la cooperación. Esas son lecciones para la economía tradicional.

 Hace apenas un mes participó en el Congreso Mundial del Cooperativismo celebrado en Seúl donde compartieron experiencia con representantes de más de sesenta países. ¿Qué ha representado para Euskadi la participación en esta cita y qué conclusiones trae?

Fuimos el único Gobierno del mundo que participamos activamente en la organización del Congreso. Pero además ofrecimos la mejor cara de Euskadi, porque fuimos de la mano quienes gobernamos y quienes protagonizan el día a día de las cooperativas, tanto el Consejo Superior como KONFEKOOP. El modelo que quería presentar no sólo era el valor cooperativo, sino una alternativa vasca ante los tiempos revolucionarios que vivimos. Y demostramos entre todos los que participamos que la cultura cooperativa y participativa, junto a la intercooperación y el arraigo sin renunciar a la apertura al mundo, es una forma de generar riqueza y comprometer a empresas y trabajadores en una causa compartida que es una referencia para el modelo empresarial clásico. La valoración no la hice yo, fue la propia Alianza Internacional Cooperativa la que, ante representantes de todos los Gobiernos, señaló a Euskadi como un espejo en el que mirarse.

Euskadi es referente en cooperativismo de trabajo asociado, pero no es una casualidad, es la consecuencia del trabajo conjunto del sector privado, a través de las cooperativas, y del sector público, ofreciendo una legislación adecuada para el desarrollo cooperativo y un marco académico que ofrece conocimiento y ciencia para la toma de decisiones.

Está prácticamente finalizado el Plan Estratégico Interidepartamental de la Economía Social de Euskadi. ¿Qué destacaría del mismo y de su incidencia en las cooperativas?

Sí. Es un mandato parlamentario en el que incluir las principales actuaciones de impulso de la economía social, a través, como decía antes, del fomento de la creación de estructuras colectivas de emprendimiento y a través de la educación para extender entre nuestras jóvenes la cultura del cooperativismo y de otras formas de economía social como camino al emprendimiento.

Con la nueva Ley de Cooperativas de Euskadi se incorpora como novedad la cooperativa de Fomento Empresarial, si bien la falta de concreción en la Ley obliga a que se desarrolle reglamentariamente. ¿Para cuándo está prevista?

Todas las leyes exigen un desarrollo reglamentario para que perduren en el tiempo. Y es muy importante que esta ley perdure, sobre todo por el inmenso valor político que supone el amplísimo consenso en torno a la misma, sin oposición, lo que la convierte en un compromiso suprapartidario, que es algo por lo que hemos trabajado con intensidad desde el Departamento. Esta legislatura es la del desarrollo de la Ley de Cooperativas aprobada en el 2019. Ya está en tramitación el Decreto del Registro, este año empezaremos con el Decreto de Régimen Disciplinario, porque tan importante como fomentar el cooperativismo es evitar el uso patológico de la figura. Y por último terminaremos con el decreto de desarrollo del mismo en el que entre otras cuestiones debemos desarrollar esta figura, la cooperativa de Fomento Empresarial. Y como hemos hecho con el Decreto del Registro, lo haremos en diálogo constante con el sector.

KONFEKOOP es actualmente una de las agrupaciones empresariales intersectoriales de más peso en Euskadi. ¿Formarán parte las cooperativas del Consejo de Administración de LANBIDE?

El reconocimiento de este Gobierno a la labor de las cooperativas y su participación en órganos donde se deciden las políticas públicas siempre ha estado presente. De hecho, en Osalan, KONFEKOOP participa de forma intensa en su Consejo de Administración y estamos contentos con su participación. En cuanto a Lanbide, es una cuestión de la que hemos hablado en varias ocasiones y en esta legislatura hemos emprendido un profundo proceso de transformación de este servicio, que tendrá también reflejo en su propia organización, que se abordará en consonancia con la tramitación de la Ley del Sistema Vasco de Empleo, que se remitirá al Parlamento en 2022. Es ahí donde analizar esta presencia.

Muchas cooperativas vascas se preguntan si llegarán a sus empresas los fondos europeos Next Generation para la recuperación. ¿Llegarán?

Los fondos no llegarán. Están llegando ya. Las empresas, también las cooperativas, tienen en su mano acogerse a los distintos programas. Pero, además, están perfilándose los PERTEs, los planes estratégicos sectoriales adaptados a las tres grandes transiciones: energético-ambiental, sociosanitaria y digital. Y ahí el cooperativismo vasco tiene grandes ventajas. Además, esperamos que el Ministerio de Trabajo y Economía Social también perfile, antes de febrero, un PERTE de economía social.

El emprendimiento colectivo ha demostrado ser una salida real en momentos de crisis, también en reconversiones de empresas o cierres de negocios familiares. ¿Se van a poner en marcha actuaciones de difusión del emprendimiento colectivo? ¿Quiénes cree que deben conformar el público potencial? 

La Estrategia Vasca de Empleo 2030 sitúa precisamente el emprendimiento colectivo como uno de los ejes transformadores para un empleo de calidad, inclusivo e igualitario en esta década que tenemos por delante. Porque emprender juntos permite una mejor distribución de los éxitos, y también superar de forma solidaria los posibles contratiempos que se presentan en cualquier iniciativa de empezar una actividad económica. El público potencial es toda la población, incluso la transformación de empresas tradicionales en fórmulas cooperativas, pero también, y muy especialmente, las nuevas formas de economía que se van a ir extendiendo. Tenemos ejemplos recientes de cooperativas, por ejemplo, en el ámbito de distribución del comercio on line. Desde nuestro Departamento damos un impulso a esta fórmula, con un incremento de las partidas para favorecer la incorporación de personas trabajadoras y desempleadas como socias de cooperativas.

Respecto a las dificultades de las empresas cooperativas a la hora de redactar e inscribir los Planes de Igualdad, ¿qué soluciones propone su Departamento?

Creemos que la norma ha dejado un vacío para las cooperativas de trabajo asociado. Hemos tratado de que el Ministerio introdujera a las personas cooperativistas para no romper la unidad económica de la empresa, básica en la consecución de la igualdad de mujeres y hombres. No ha sido posible, por lo que hemos decidido regular los planes cooperativos de igualdad en desarrollo de nuestra Ley de Cooperativas, de forma que podrán registrar sus planes en nuestro propio registro. Pero la legislación laboral se ha de cumplir en todo caso, por lo que estrictamente hablando las cooperativas de trabajo asociado deberán tener dos documentos, aunque creo que deberán ser coherentes entre sí. En el mes de enero iniciaremos los contactos con el sector para que la norma sea también consensuada.

Otra demanda desde el cooperativismo es la adecuación de la regulación de las sociedades cooperativas pequeñas acorde a sus necesidades que data de 2008. ¿Tiene previsto abordar este tema su departamento?

Euskadi fue pionera en posibilitar la cooperativización de emprendimiento colectivo a partir de dos personas socias. La Ley aprobada en 2019 está por desplegarse, con los decretos que ya he citado, pero los criterios que deben primar son los de necesidad y eficacia. En el Plan estratégico interdepartamental está previsto, como acción, el análisis de barreras jurídicas, tanto de ámbito autonómico como estatal, que desincentivan la creación y transformación de más empresas de economía social. Ese puede ser el contexto, lógico y coherente, donde comenzar a analizar la necesidad de esa adecuación que se propone.

La nueva Ley de Cooperativas recoge que el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi colaborará con la Administración en orden a la difusión y cumplimiento de lo previsto en la ley y, en especial, de los principios cooperativos. ¿Quiere decir esto que tendría que asumir el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi labores de supervisión, de carácter coadyuvante, sobre la aplicación de los principios cooperativos en las Cooperativas?

Depende de lo que se entienda por supervisión. Si se entiende por ello que sea el CSCE el competente para la resolución de los posibles expedientes disciplinarios la respuesta es no, porque esta cuestión debe ser competencia exclusiva de la Administración Pública porque supone el cumplimiento de potestades públicas. Pero el CSCE ha de tener un papel fundamental en la defensa de los principios cooperativos y por tanto en la lucha contra la patologización de su uso. Por otro lado, me gustaría dejar claro que esto no es, ni ha sido un problema en Euskadi. La descalificación de cooperativas es simbólica, tres expedientes en los últimos años.

¿Tiene alguna solicitud para las cooperativas vascas de cara a 2022?

Que sigan creando empleo de calidad e inclusivo para lograr un país cohesionado socialmente con grandes tasas de igualdad. Y que mantengamos e incluso profundicemos en la colaboración público – privada para cuidar y desarrollar un modelo que es referente en el mundo y que es sin duda una seña de identidad de Euskadi.

 

 

 

¿Te podemos ayudar?

¡Ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos en aquello que necesites!